Estaba el padre de la geometría en el salón
de clases enseñándoles a los ceceacheros el trazo de líneas y planos, al ver
que nadie comprendía de repente se enojó.
Desesperado y sin ninguna otra opción
a todos nos reprobó, a pesar de que pedimos una oportunidad más, el no tuvo
ninguna piedad.
Pero entre los cecehacheros se
encontraba la calaca que indignada rezongo, pues no podía llevar a casa una
nota baja en plena celebración.
La calaca le dijo: O nos pasas a todos
o me acompañaras al panteón que ahí necesitan conocerte mejor y a tu obra que
al mundo impacto.
Euclides al ver que recibiría mas atención
con "los elementos" se marchó y todos felices quedaron, aunque después
el extraordinario los sorprendió